martes, 14 de enero de 2020

MILICIAS ARMADAS


Durante el proceso de caída del dictador se pusieron en evidencia algunas limitaciones que el mismo construyó, que encandilado por el poder y su ego sobrealimentado no tuvo la capacidad de ver.

Voy a exponer algunas situaciones que son producto de trascendidos, rumores, chismes y especulaciones. Advierto esto pues no acostumbro mencionar nada que no pueda ser corroborado y demostrado. El tono especulativo de esta nota me da la licencia para “meterle nomas”.

Hacia fines de octubre, cuando la crisis estaba en franco crecimiento, ocurrió en reunión de gabinete que el ministro Quintana, amenazó, revolver en mano, al ministro Canelas. No sé cuál fue la causa del incidente. Un par de meses después encontramos alguna situación oscura en la relación entre el partido pro comunista español Podemos (Canelas) y un misterioso intento de operativo en la embajada de México para rescatar (¿?) a Quintana. Imposición? Obligación? Pedido de auxilio? Amenaza? Muchas interrogantes y pocas posibilidades de conocer la verdad.

Uno o dos días antes de la renuncia, ocurrió otro incidente. No está claro quien dio y quien recibió. El Gral. Kaliman y Evo Morales en fuerte discusión. Alguno llegó a gritar “cobarde” al otro y hasta tirar un sopapo.

Desde el 20 de octubre, fecha de elecciones, fueron cada vez menos los ministros que ofrecían declaraciones a la prensa. Incluso los famosos verborreicos de antes se quedaron misteriosamente callados y con el perfil más bajo posible.

Estaba claro que el rey se quedaba solo. No podía contar con sus inmediatos colaboradores. No es ningún misterio que el común denominador de estos personajes es su bajísima solvencia moral, así que la lealtad no podía ser una virtud que destaque.
La policía fue desarmada por temor a un motín, que era una posibilidad rumoreada en voz alta durante varios días.

Las fuerzas armadas no movían un dedo si no tenían la orden escrita y firmada (el decreto que mucho después promulgó la presidenta Añez, y que luego fue derogado). El gabinete de Morales no estaba dispuesto a firmar ese decreto.

El alto mando militar tiene en cuenta que después de lo sucedido en 2003, hay varios jefes encarcelados por haber obedecido órdenes sin respaldo escrito. Carlos Mesa emitió, precisamente por estos antecedentes, la legislación que exige que las órdenes en este ámbito se den por escrito y existan responsables en el poder ejecutivo.

Ante esta complicada situación, Morales solo consiguió movilizar algunos sectores sobre los cuales él tenía control directo, cocaleros, algunos mineros, y unos pocos movimientos urbanos en Cochabamba y El Alto.

Hoy lamenta no haber tenido la previsión de un Plan B. Mantiene la versión del golpe de estado cívico, policial, militar. Sostiene que el actual gobierno es ilegítimo, y tilda de golpistas a Mesa, Camacho y Añez.

Mesa nunca logró ser un verdadero actor, ni en el proceso electoral, ni en el posterior proceso de rebelión ciudadana. No tuvo en ningún momento el poder de movilizar, y menos aún de desmovilizar a la ciudadanía.

Camacho fue quien asumió el liderazgo de la movilización, pero evidentemente no buscaba consolidar un golpe  y menos ser quien asuma la presidencia. Tiene alguna participación en el actual gobierno transitorio, porque se construyó muy rápidamente un aparato que tome las riendas del país, y evidentemente hubo fuerzas políticas que eran las llamadas a este reto.

Añez, contra muchas voces que aseguran que nadie la eligió y fue autoproclamada, era Senadora (si fue electa), era 2da. Vicepresidenta de la Cámara de Senadores y asumió la presidencia de manera automática por la renuncia inexplicable de Salvatierra y Medinacelli. En esa situación, que no la provocó nadie más que la ley y la constitución, tenía que asumir la Presidencia del estado (no fue autoproclamación).

Imagino días y noches de reflexión, latigazo, enfado y frustración. El cocalero, sometido a mucha presión por los cárteles, por el foro de Sao Paulo, y por su propio síndrome de abstinencia, busca, con la mirada perdida, explicaciones a todo lo que pasó.

Es lógico concluir que “si vuelve”, tendrá un Plan B para no tener que depender de la chusma traidora de su entorno, y milicias armadas, para no rogarle a los pacos ni a los milicos.

Hector Castro G.  *  14 Enero 2020

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