sábado, 25 de enero de 2020

MI PRESIDENTANGA !!!


El revuelo causado por el anuncio de Jeanine de ser candidata es el mejor síntoma de que tiene grandes posibilidades de éxito.

No escribí ayer por estar desconcertado por lo que sucedía. Ví a mucha gente inteligente y preparada protestando de manera vehemente y hasta desmedida en las redes. 

Hace pocos días la preocupación era que el voto estaba dividido, y que se ponía en riesgo la recuperación de la democracia. Lo que no aparece es la claridad en cuanto a la preferencia ciudadana, y los candidatos parecen tener un bloqueo total a la posibilidad de no ser la cabeza. Para todos la unidad es posible, pero “en torno a mi !!!”

Pienso que la dispersión no es un fenómeno causado por los candidatos. Somos los votantes quienes dispersamos los votos. No es malo tener opciones, ni es malo que exista representación de todos los sectores de la ciudadanía. La democracia se enriquece con la diversidad mucho más que con hegemonías.

La Presidenta Añez ha demostrado en este interinato que puede llevar adelante una gran gestión, y no creo que Bolivia que adolece de buenas candidaturas pueda darse el lujo de prescindir de esta importante opción electoral.

Me resisto a creer que Jeanine Añez haya empeñado su prestigio y ponga en tela de juicio su valor moral simplemente por haber sucumbido a la tentación o a la presión de su partido (ese es tema de otro análisis).

Si esta candidatura logra ser un verdadero factor de unidad del electorado, no de los otros candidatos, habrá valido la pena y esta riesgosa apuesta resultará como ganancia enorme para el sistema democrático.

De hecho, Camacho ve seriamente afectada su votación. El nicho electoral es el mismo, y su apoyo en el oriente será irremediablemente minado.

Mesa también verá reducida su votación, lo que preocupa a Evo, pues no tengo duda de que Mesa es su favorito y quien puede asegurarle el retorno triunfal en 2025.

Debo confesar que Tuto es para mí una gran incógnita. No imagino todavía que posición asume con la presencia de Jeanine, pero nada me sorprendería.

Los bolivianos tenemos la manía de encontrarle defectos a todos y a todo, muchas veces sumidos en la ignorancia, y manipulados por intereses inescrupulosos. Todos los candidatos son blanco de críticas, de estigmas y de falacias. Pocos son los que han demostrado, con hechos objetivos, que son capaces y que tienen lo necesario para conducir la nave del estado.

Jeanine no tiene la obligación de renunciar, ni constitucionalmente ni “por ética” como muchos afirman. Cuando se aprobó la carta magna se aceptó que el Presidente puede ser candidato simultáneamente. Si bien es cierto que irremediablemente se usa el aparato y recursos estatales, no creo que haya punto de comparación con la desfachatez con la que Evo se aprovechó varias veces de la situación. Estaba en campaña todo el tiempo y en todas partes.

Me atrevo a vaticinar que este será un factor que haga la diferencia, cuando Jeanine muestre que la integridad moral y su delicadeza valen más que la simple campaña electoral.

Creo que después de estas semanas como Presidenta interina, Jeanine Añez se ha ganado al menos el beneficio de la duda, y es injusto que sea juzgada de manera anticipada por lo que no hizo todavía. El voto de cada ciudadano es importante, por eso es necesario dejar de lado mitos, leyendas, preconceptos y sopesar lo que realmente importa.


Hector Castro G.  *  25 Enero 2020

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