sábado, 18 de enero de 2020

LOS MOTOQUEROS


Durante el régimen de Morales la policía era instrumento de represión de cualquier movimiento contrario al MAS. Desde el terrible 11 de enero de 2007 ya se percibía que las órdenes eran claras, y no tenían nada que ver con el rol constitucional de la institución.

Después del 20 de octubre hubo un comandante departamental que además disfrutaba de ser represor y de defender a los vándalos con total impunidad, la que hasta ahora se mantiene. No conozco de ningún proceso, ni siquiera disciplinario, en contra del Cnl. Grandi.

El llamado “motín policial” que se dio cerca al desenlace de la crisis, fue simplemente una rebelión de los policías de bajo y medio rango. No estaban dispuestos a seguir acatando órdenes de agredir a la ciudadanía. Está claro que no intentaron asumir el poder, por lo que creo que no califica como verdadero “motín”.

Estábamos desprotegidos y sin posibilidad de pedir auxilio a las autoridades. La resistencia juvenil debe su origen a esta necesidad de la ciudadanía. Ellos fueron quienes mantuvieron a raya la arremetida de los "movimientos sociales" infiltrados, financiados, y con consignas claras de crear terror y destrucción.

La Resistencia juvenil evitó otros "11 de enero" y las víctimas que podían ser el fatídico resultado. No podemos ser ingenuos y creer que los garrotes y dinamitas eran “folclóricos”, o que las movilizaciones de los afines al gobierno eran pacíficas.

Puede escucharse a los masistas, a todo nivel, protestar por la existencia de "motoqueros", pues no estaban en los planes. Jamás pensaron que la ciudadanía tuviera un mecanismo de defensa que neutralice la "espontaneidad" con que venían a arrasar las zonas de clase media.

Obviamente, los motoqueros no podían utilizar claveles y margaritas para cumplir con su propósito. Hubo violencia, era indispensable, pero lograron detener y repeler varios ataques y por varios frentes, que venían con armas contundentes, piedras, petardos, cachorros de dinamita y otros explosivos muy creativos, y probablemente armas de fuego.
Se formaron varios grupos de motoqueros impostores, para hacer desmanes y desprestigiar al grupo original (hay videos en las redes),  para atacar y contra atacar, trasladaron motos en camiones desde el Trópico, e intentaron operar desde Sacaba. Y también hubo delincuentes comunes que utilizaron esta cobertura para sus propios fines. Es importante diferenciarlos.

Cada ciudadano es libre de percibir y opinar respecto a la Resistencia Juvenil Cochala y la labor cumplida. Personalmente, agradezco y destaco la entrega, el valor, y la solidaridad que mostraron con los cochabambinos.

Por supuesto que si hay desmanes o alguna acción no justificada, debe ser condenada enérgicamente. No me atrevo a poner las manos al fuego por nadie, pero tampoco estoy dispuesto a callar si veo que se defenestra a ciudadanos que tuvieron el valor civil de poner el pecho cuando fue necesario.

La importancia de mantener la institucionalidad y el imperio de la ley se ve y se siente ante situaciones irregulares como las que vivimos. La democracia es imprescindible, así como entenderla en su integridad. No es solamente votar en elecciones. Es un sistema de vida en comunidad, y las reglas que asumimos para sustentarla.


Hector Castro G.  *  18 Enero 2020

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