Durante el
régimen de Morales la policía era instrumento de represión de cualquier
movimiento contrario al MAS. Desde el terrible 11 de enero de 2007 ya se
percibía que las órdenes eran claras, y no tenían nada que ver con el rol
constitucional de la institución.
Después del
20 de octubre hubo un comandante departamental que además disfrutaba de ser
represor y de defender a los vándalos con total impunidad, la que hasta ahora
se mantiene. No conozco de ningún proceso, ni siquiera disciplinario, en contra
del Cnl. Grandi.
El llamado
“motín policial” que se dio cerca al desenlace de la crisis, fue simplemente
una rebelión de los policías de bajo y medio rango. No estaban dispuestos a
seguir acatando órdenes de agredir a la ciudadanía. Está claro que no
intentaron asumir el poder, por lo que creo que no califica como verdadero
“motín”.
Estábamos
desprotegidos y sin posibilidad de pedir auxilio a las autoridades. La
resistencia juvenil debe su origen a esta necesidad de la ciudadanía. Ellos
fueron quienes mantuvieron a raya la arremetida de los "movimientos
sociales" infiltrados, financiados, y con consignas claras de crear terror
y destrucción.
La
Resistencia juvenil evitó otros "11 de enero" y las víctimas que
podían ser el fatídico resultado. No podemos ser ingenuos y creer que los
garrotes y dinamitas eran “folclóricos”, o que las movilizaciones de los afines
al gobierno eran pacíficas.
Puede
escucharse a los masistas, a todo nivel, protestar por la existencia de
"motoqueros", pues no estaban en los planes. Jamás pensaron que la
ciudadanía tuviera un mecanismo de defensa que neutralice la
"espontaneidad" con que venían a arrasar las zonas de clase media.
Obviamente,
los motoqueros no podían utilizar claveles y margaritas para cumplir con su
propósito. Hubo violencia, era indispensable, pero lograron detener y repeler
varios ataques y por varios frentes, que venían con armas contundentes,
piedras, petardos, cachorros de dinamita y otros explosivos muy creativos, y
probablemente armas de fuego.
Se formaron
varios grupos de motoqueros impostores, para hacer desmanes y desprestigiar al
grupo original (hay videos en las redes), para atacar y contra atacar, trasladaron motos
en camiones desde el Trópico, e intentaron operar desde Sacaba. Y también hubo
delincuentes comunes que utilizaron esta cobertura para sus propios fines. Es
importante diferenciarlos.
Cada
ciudadano es libre de percibir y opinar respecto a la Resistencia Juvenil
Cochala y la labor cumplida. Personalmente, agradezco y destaco la entrega, el
valor, y la solidaridad que mostraron con los cochabambinos.
Por supuesto
que si hay desmanes o alguna acción no justificada, debe ser condenada
enérgicamente. No me atrevo a poner las manos al fuego por nadie, pero tampoco
estoy dispuesto a callar si veo que se defenestra a ciudadanos que tuvieron el
valor civil de poner el pecho cuando fue necesario.
La
importancia de mantener la institucionalidad y el imperio de la ley se ve y se
siente ante situaciones irregulares como las que vivimos. La democracia es
imprescindible, así como entenderla en su integridad. No es solamente votar en
elecciones. Es un sistema de vida en comunidad, y las reglas que asumimos para
sustentarla.
Hector
Castro G. * 18 Enero 2020
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