“Los
gobiernos deben ser de leyes, más que de hombres” reza uno de los preceptos
filosóficos de la Junior Chamber International, y me parece que es sabiduría en
su estado más puro.
Bolivia
sufre los embates de la desinstitucionalización, las dictaduras, la precaria
educación cívica, y hasta la “viveza criolla”. Si bien no se trata de nada
nuevo, no hay duda que el deterioro se hizo vertiginoso en los últimos años.
Al calor de
ideologías sobremarketineadas, se llevó adelante un proceso constituyente, que
inició mal, y después de un proceso absolutamente cuestionable, el producto es
inconsistente, difícil de aplicar y por ende resulta muy simple encontrar
resquicios, de acuerdo al interés del momento.
Veamos
algunos tristes ejemplos:
- La
Constitución dice que los candidatos a asambleístas, gobernadores y alcaldes
deben renunciar tres meses antes de la elección. Los diputados Piérola y
Gallardo promovieron un recurso que anuló dicha norma.
- La
Constitución permite la candidatura del Presidente y Vicepresidente para una re
elección, en un artículo confeccionado a medida por los redactores españoles
para Evo Morales. Al estar en vigencia, la Presidente Añez opta por lanzar su
candidatura, que es observada y criticada por muchos. Es completamente legal y
constitucional, pero no necesariamente legítima.
- El fugado
ex Presidente pretende ser candidato al Senado, pero no cumple el requisito de
residencia de dos años en la circunscripción. De todas maneras realiza su
inscripción, y pretende el apoyo de la CIDH para encontrar el resquicio que le
permita volver a romper la Constitución. Lamentablemente, y con muy poco tino,
el ex prefecto de Tarija, Mario Cossío, busca sacar ventaja de la situación.
- Recordemos
que el MAS promovió la proscripción de la diputada por Cochabamba, Rebeca
Delgado y del senador por Potosí, Eduardo Maldonado, quienes no pudieron ser
candidatos a alcaldes de sus respectivas ciudades, con el argumento de que no
habían residido en sus circunscripciones, aunque hayan estado representando a
sus regiónes en la Asamblea Legislativa.
Esta
regulación, para lo que fue suficiente una simple circular emitida por los vocales
del TSE, excluyó a los candidatos a Gobernador, por lo que Víctor Hugo Vasquez
fue elegido en Oruro. Él era viceministro, con residencia en La Paz (es primo
de Evo Morales) (Los vocales que
firmaron esa resolución fueron Dina Chuquimia, Fanny Rivas, Marco Ayala, Irineo
Zuna, Wilfredo Ovando, Wilma Velasco y Ramiro Paredes. Los siete son recordados
por haber realizado una tarea vergonzosa a favor del MAS además de varias otras
irregularidades).
- Se ha
cuestionado la sucesión constitucional que llevó a la Senadora Jeanine Añez a
la Presidencia, y se han hecho grandes esfuerzos para posicionar la versión de
golpe de estado. La realidad es que se produjo una sucesión perfectamente
constitucional, en una coyuntura extraordinaria, que difícilmente podría ser
prevista por alguna norma, y evidentemente no fue prevista por la estrategia
del MAS.
La historia
reciente nos ha demostrado que no hay forma de someternos disciplinadamente a
la norma suprema si esta no es consecuente con la realidad y la identidad de
los bolivianos. Somos una sociedad muy diversa, con intereses variados y con la pésima costumbre de imponernos sobre
los demás, a título de “tener derecho”.
Ha sido
frecuente el abuso de instituciones, como el Tribunal Constitucional, para
interpretar y hasta “derogar” artículos de la mismísima Constitución, simplemente
para favorecer el interés circunstancial del régimen.
Se debe
restaurar el respeto y subordinación ante la institucionalidad y el orden legal del país. No se debe seguir aceptando
que se naturalice la manipulación y el menoscabo de las leyes.
Necesitamos
trabajar como país y como sociedad para lograr que el pacto social, expresado
en la constitución, sea el marco de referencia reconocido y respetado por
todos.
El primer
paso es conformar la Asamblea Legislativa con los mejores hombres y mujeres,
que sean verdadero aporte al trabajo
legislativo y de fiscalización. No basta con figuras simplemente representativas
ni levantamanos con mordaza. Es ridículo que 130 diputados y 27 senadores sean
tan poco productivos y que el país tropiece tres veces por semana por deficiencias
en la legislación.
Estamos a
puertas de elegir a quienes determinarán nuestra calidad de vida y el futuro
del país. Conocer a los candidatos, exigirles que se presenten y se hagan
públicos, decidir de manera seria y responsable es tanto o más importante que
elegir a él o la Presidente. No podremos exigir grandes resultados si nosotros
elegimos a quienes no conocemos ni sabemos de su capacidad.
La situación
no es la mejor, en términos de equilibrios ideológicos o programáticos, pero el
imperio de la ley no puede esperar a que las condiciones sean las óptimas. Tenemos
la oportunidad y la obligación de construir un país ordenado, donde sea posible
exigir honestidad y transparencia, donde se aprovechen nuestros recursos
naturales de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, donde los derechos de cada
ciudadano sean respetados y los límites sean impuestos por la ley. Solo así
encontraremos democracia de verdad, sin autoritarismos, sin discriminación, y
sin pasanaku de impunidades. Está en nuestras manos y de nadie más.
“Los
gobiernos deben ser de leyes, más que de hombres”
Hector
Castro Garnica * 12 Enero 2020
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