Una de las
experiencias que necesariamente deben ser capitalizadas por la ciudadanía
boliviana durante la “revolución de las pititas”, es que el enfoque principal
era terminar con el régimen masista. Todos los esfuerzos y la voluntad del colectivo
se centraron en conseguir la salida de Evo Morales, pero no se reflexionó mucho
en lo que sucedería después.
El panorama,
después de 14 semanas, sigue desconcertando a muchos. Resulta sorprendente y
hasta alarmante la actitud y forma de actuar de los líderes que formaban la
oposición. Son los mismos personajes, poco más o menos, con las mismas
limitaciones y la misma idiosincrasia que quienes ocupaban el mismo espacio
político hasta 2005.
Es indudable
que la expectativa superaba ampliamente la realidad. No es de extrañar, pese a
que transcurrió más de una década de censura, libertades restringidas, persecución, y especialmente desprestigio de
la clase política. Las demandas y necesidades de los ciudadanos crecieron mucho
más que la práctica y las organizaciones políticas.
Estamos
entrando en lo más fuerte de la campaña electoral, y es momento de usar la
experiencia, y tomar previsiones. La historia no termina el próximo 3 de Mayo
en las elecciones generales. En realidad, comienza una de las etapas más
complicadas en la vida contemporánea de nuestro país.
Los
resultados electorales, reflejados en la composición de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, determinarán que la polarización ideológica o programática
planteará una gestión complicada. La capacidad y experiencia del Presidente
nato de la ALP (Vicepresidente del Estado) serán un factor determinante para el
éxito o fracaso en la verdadera transición a la democracia.
La primera
vuelta electoral, definirá los pesos y contrapesos en el legislativo. La
elección de los diputados uninominales será determinante para la calidad de
vida que tengamos como sociedad.
Esta
elección, la de la franja de abajo en la papeleta electoral, es muy sensible a
la dispersión. Serán al menos 8 candidatos, y gana el que obtenga la simple
mayoría.
La
ciudadanía demanda, genuinamente, unidad entre los diversos frente distintos al
MAS.
No fue posible encontrar resultados hasta el cierre de inscripciones.
Talvez fue una búsqueda de un ideal, pero no de una verdadera posibilidad. El
futuro próximo no promete ser mejor, y llegaremos a Mayo con varios frentes,
que son legítimos, tienen derecho de participar, y seguramente son fruto de un
proceso interno que implica negociaciones, aportes, y muchos intereses.
Los
ciudadanos tenemos el poder soberano del voto. Tenemos la posibilidad de
concentrar las preferencias en uno o máximo dos candidaturas, pero será
imprescindible actuar con el desprendimiento que exigimos de los líderes
políticos y que no conseguimos.
Habrá que
reflexionar mucho en cada aspecto, y saber separar correctamente la información
importante y fidedigna, de los trascendidos y elementos instalados por la
propaganda.
Tendremos
que ser muy criteriosos en cada circunscripción, buscar información, concertar
entre vecinos, provocar la aparición de los candidatos, y concentrar la
votación para lograr un curul más en la asamblea.
Todos los
candidatos, a Presidente, Vicepresidente, Senador o Diputado estarán
habilitados bajo las mismas reglas, bajo la misma ley, y en cumplimiento
estricto de la Constitución vigente.
La
candidatura de Jeanine Añez podrá ser cuestionada por diversas percepciones,
pero es legítima como todas. Tengo dudas de que ser Presidenta al mismo tiempo
que candidata sea una ventaja. Está claro que no pretende usar y abusar de los
bienes del estado, como lo hizo su antecesor. Está bajo la atenta mirada de la
prensa, la oposición y toda la ciudadanía.
Este fenómeno se da también para la gestión. Cualquier error, equivocación,
o mala acción de ella o de cualquiera de los miles de funcionarios estatales
está bajo observación, y esta es una gran diferencia con los demás candidatos.
Tiene más probabilidades de crítica que de campaña favorable.
No pensamos
en el futuro hasta el 12 de Noviembre pasado, solo buscamos terminar con el
régimen. Hoy nos toca enfrentar las consecuencias. Debemos ser muy responsables
y pensar que ahora determinamos lo que viene dentro de los próximos 10 o 15
años. No dejemos que nuestras decisiones las tomen los marketineros, los millones
en las campañas, ni la guerra sucia que se viene con fuerza.
Es tu turno
de pensar en Bolivia !!!
Hector
Castro G. * 04 Febrero 2020