martes, 15 de junio de 2021

LES AVISO, POR SI ACASO

Soy uno de los “golpistas”, y en honor a la verdad debo comentar que no fue Carlos Mesa, no fue Jeanine Añez, ni siquiera Luis Fernado Camacho quienes me llevaron a parar 21 días y protestar por que me robaron mi voto.

Nadie me obligó. Nadie me amenazó con multas, sanciones, quitarme el medidor de luz, ni dejarme sin agua. Fue una decisión voluntaria, fue producto de la indignación y de la frustración que me provocó que Evo pretenda quedarse en el poder, desobedeciendo a los bolivianos a quienes él mismo consultó en referéndum, y armando un gran mecanismo de fraude electoral.
No soy corrupto. No soy amigo, pariente ni tengo relación con el corrupto de moda, Murillo. Así que a mí no me miren como responsable de lo que él haya hecho. Comiencen por verse al espejo y sepan cuanta dignidad hay en defender a ladrones, contrabandistas, narcotraficantes, pederastas o delincuentes comunes como su actual presidente.
No hubo ningún golpe de estado, como pretenden posicionar personajes tan ridículos como el ministrillo de justicia, que rifa su carrera y su prestigio, pone de manifiesto su descontrolado machismo y cobardía apresando a Jeanine Añez, por que esa señora tiene muchísimo más valor y dignidad que él, pero lo hace solo por hacer méritos con su jefazo, creyendo ingenuamente que saldrá impune y platudo. Pobre tipo!!!
A ver si al “ilustrado” voceador se le ocurre inventar algún término para describir al ignorantado boliviano que votó por el gobierno más incapaz, inútil e indigno de la historia, motivados por la dizque “decepción” del gobierno transitorio. Puedo sugerirle algo como “chupados” o “jodidos”, por que es lo que tienen que hacer, chuparse lo que tienen como gobierno y joderse por lo que vivimos. Odiadores insensatos, idiotas y arrepentidos.
El golpe que sí existió fue el golpe de dignidad y de decencia de los bolivianos, en contra de un maleante. Ocurre en cualquier población, barrio o ciudad. Porque no podría ocurrir en un país? A los maleantes los correteamos, si podemos les rompemos la jeta, y tratamos de darles un escarmiento. No es lo que dice la ley, pero es lo que muchos creemos que corresponde. Los delincuentes lo saben, y aun así corren el riesgo. La diferencia es que este es un llorón, no tiene ningún valor ni valentía, y cree que el mundo le debe algo. No es así. Nadie le debe nada.
Es él quien tiene muchas cuentas pendientes, y más temprano que tarde llegará el momento de pagar.
La Constitución Política es muy clara. No se puede tener incomunicado a ningún detenido por más de 24 horas. No se puede juzgar, detener y condenar a nadie sin el debido proceso. Sin embargo tienen presa a la ex Presidente por 90 días, contra todas las garantías y derechos constitucionales. Dicen que es por "terrorismo y sedición", pero esos son los delitos que ya no están en vigencia, de acuerdo a la defensa de Morales y Yucra, gestionado por el mismísimo abogado Lima.
No creo que se animarían a cometer semejantes excesos contra un hombre. Lima, Chavez y los demás delincuentes, jueces y fiscales, son simplemente machistas, misóginos, cobardes y particularmente indignos de ejercer la profesión y ocupar los cargos de decisión en el gobierno de un país que renunció a uno de los mayores principios históricos de su existencia. “Morir antes que esclavos vivir”, o se necesitan cadenas y grilletes para ser esclavo? Somos esclavos de una ideología y de una narrativa falsa, indigna, indecente, inmoral y perversa. El servilismo, sometimiento y amarrahuatismo de algunos, desde el presidente hasta el último orgulloso votante del 45% (considero 10% de fraude, en el padrón), arrastra a todos los bolivianos, envilece a una gran nación, y manda al carajo “de la patria el alto nombre”.
Ayer, hoy, cualquier día, mueren 3 personas cada hora en Bolivia. 72 por día. Setenta y dos ciudadanos, padres de alguien, hijos de alguien, hermanos de alguien, vecinos de alguien, caseros de alguien, amigos de muchos. No existe ninguna política ni intención de gestionar la salud. La agenda del gobierno encausa sus acciones, recursos y su aparato propagandístico a dividir a los bolivianos entre pititas y los otros. Golpistas o fraudulentos. Gusanos o alacranes. Unos bolivianos y otros bolivianos. Acaso hay diferencia? No somos todos igualmente estúpidos y permitimos que cuatro maleantes definan las prioridades del país? Si llegaran a determinar de manera inequívoca que hubo golpe, cuál sería la diferencia?
Yo no fui golpista. Ni siquiera me siento parte de lo que el narco-pedo comeniñas bautizó como “pititas”. Soy boliviano. Quiero a mi patria y quiero que los bolivianos podamos vivir en paz, luchar contra el maldito virus chino y sobrevivir.
No creo que tenga que matar a nadie, ni creo que tenga que impedir que quien piense diferente viva en este país. No es tan difícil darse cuenta y entender la realidad. Si seguimos sometidos al criterio de unos cuantos criminales, terminaremos mal, todos mal, excepto ellos.
Hector Castro G. * 15 Junio 2021