jueves, 28 de noviembre de 2019

OCURRIÓ HACE POCO


Una muchacha que se trasladaba en bicicleta fue atropellada por un camión, conducido por alguien inexperto e irresponsable. Intentó darse a la fuga, pero fue capturado por dos valientes y ágiles jóvenes, quienes tuvieron la voluntad y entereza para mantener una larga persecución, y poner a buen recaudo al criminal conductor.

La víctima presenta múltiples golpes y magulladuras, pero lo más preocupante es una severa lesión en la columna vertebral.

Necesita con urgencia una cirugía muy delicada, por lo que los vecinos y familiares de la señorita se organizaron para encontrar a los dos jóvenes que capturaron al chofer prófugo.

Se conoce que uno de ellos es abogado, y el otro es dirigente sindical. Ninguno es médico, pero su actitud desprendida, su valentía, estado físico, y especialmente su determinación al perseguir al delincuente dio la pauta y hasta el convencimiento de que ellos son los indicados para llevar a cabo la cirugía de columna vertebral.

Si bien las acciones de estos dos muchachos merecen todo el reconocimiento, felicitación y agradecimiento de la comunidad, es imprescindible tener presente que ninguno de sus extraordinarios atributos los califica para cumplir la labor de un cirujano.

El estado actual de la muchacha es de verdad delicado. Cualquier error o mala práctica tendrían consecuencias terribles para el futuro. Su calidad de vida y hasta su propia subsistencia están en juego.

Hagamos votos por que la comunidad recupere la cordura, busque de manera responsable y correcta a quien tenga la experiencia, el conocimiento y la preparación para darle a esta señorita la posibilidad de vivir una vida normal, que tenga la oportunidad de perseguir sus sueños, y  que logre ser grande, como merece y como fue soñada desde 1825.


Hector Castro G.  *  28 Noviembre 2019

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