miércoles, 30 de octubre de 2019

CÁLCULOS Y MÁS CÁLCULOS


Si algo se hace más y más evidente es que el cálculo político del presi es tan certero como el cálculo matemático del vice.

Probablemente, enceguecido por el poder y la rutina de los últimos años, no haya percibido que cada vez que “le metía nomas” dejaba una pinchadura en su gran aparato político.

El imperio de la ley es de ida y vuelta. Puede lograr alguna gambeta, y esquivar el obstáculo, pero solo será temporal. La ley, la verdadera, legítima y auténtica, como la democracia directa y de la calle, hará sentir su peso tarde o temprano.

Es evidente que el rey está cada vez más solo. No logró movilizar a las FF.AA. y los rumores dicen que el requisito de dar órdenes escritas es el gran escollo. No hay “valientes” que firmen, y nadie moverá un dedo sin recibir el famoso documento, pues está claro que después vienen las consecuencias (y las inconsecuencias de la cadena de mando)

La policía muestra una evidente escisión, entre algunos niveles claramente prevendalizados y otros públicamente maltratados. Aunque no se ha manifestado ningún conato de amotinamiento, está claro que no es posible requerir grandes esfuerzos de parte de esta institución.

La única movilización cierta y efectiva, (que puede ser manejada por el jefe) es de algunos grupos cocaleros del Chapare, mineros, y  pequeños sectores sociales. En general, en cantidades muy inferiores a las que se cuadraban hace algunos años. Necesitan ser reforzados por “jornaleros” violentos, que detrás de un pañuelo, provistos de un palo, alcohol, anonimato, y 200 bs. hacen gala de su falta de escrúpulos y de cualquier tipo de conciencia social. Atacan inclementes a quien se les ponga en el camino. Mujeres, niños, o simples transeúntes son víctimas de estos “valientes” grupos.

En resumen, me parece (y quiero ser enfático en que es solo mi punto de vista) que hoy intentaron retomar Cochabamba, vencer el paro cívico, y con todo lo que tienen no han logrado más que enojar y envalentonar a los cochabambinos. Firmaron con fuego (en la plaza de las banderas y el cerro de San Pedro) su declaratoria de enemigos de Cochabamba.

Salen a relucir cualidades que nos identificarán en adelante. Cochabamba es valiente, es inteligente, es solidaria, es orgullosa y querendona de sus valores y símbolos.

La Paz, Santa Cruz, y los otros departamentos tienen realidades algo diferentes, pero el común denominador es la población masivamente movilizada, la ausencia de fuerzas armadas, policía, y movimientos sociales con la fuerza que supimos conocer.

Desafían a Carlos Mesa a aceptar la famosa auditoría OEA como medio de pacificación, como si este personaje tuviera en sus manos el poder de desmovilizar a los bolivianos en protesta.

Si alguna conclusión puede salir hoy, es que ninguno de los dos candidatos mejor posicionados tiene el respaldo y la legitimidad para hacerse cargo de un gobierno que pretenda reconducir Bolivia, ni por la izquierda, ni por la derecha, ni siquiera a la deriva.

Bolivia necesita encontrar la forma de llegar al mejor “borrón y cuenta nueva posible”, y el único cálculo correcto será abriendo los ojos a la realidad.


Hector Castro G.  *  30 Oct 2019



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