Esta última
década, que huele a surrealismo y a fábula mal escrita, tiene como
protagonista, víctima y culpable, al pueblo boliviano.
La cultura
de la confrontación, de la polarización, de la intolerancia, y de la revancha
son ahora parte del día a día, y no importa cuál es tu participación, tus
intereses o tu posición en la sociedad.
Todos somos
odiados por alguien, y todos odiamos a alguien. No es algo fácil de admitir,
especialmente si nos pasamos la vida intentando cultivar valores precisamente
opuestos a esta cultura. Todos los días vemos la Tv, escuchamos la radio, y
olemos los incendios. No nos faltan razones para odiar, y el proceso de
aprendizaje es espontáneo e involuntario.
Somos
bombardeados por discursos renegados, nos asfixian con imaginarios que no son
nuestros, y nos ametrallan con complejos pseudo ideológicos. Este perverso plan
es tan intenso que más y más ciudadanos van cayendo en el movimiento odiador.
Bolivia está
polarizada, está dividida, en tantas formas y con tantos argumentos, que
ninguno es realmente cierto y consistente. Por eso necesitan recordarnos todos
los días que debemos odiar a alguien.
K´aras y
t´aras * cambas y collas * privatizadores
y nacionalizadores * izquierdistas y
derechistas * neoliberales y socialistas * campesinos y citadinos *
transportistas y pasajeros *
médicos y ministros * corruptos azules y corruptos verdes * policías
y militares * y muchos etcéteras. En
fin… son muchos versus, y no quiero ni comenzar con la coyuntura electoral.
La verdad es
que todas son posiciones completamente maleables, si llegan a ser verdaderas, y
pienso que nada puede quedar como insalvable. La única y
verdadera polarización que sufrimos en Bolivia, y que nos lleva por este camino
cada día más peligroso y que amenaza a nuestra sobrevivencia como país, es la
de los que entienden y los que no entienden cuál es la situación real y
verdadera que atravesamos.
En 2005 gran
parte del 54 por ciento de los bolivianos sufría de desinformación, y existió
un fuerte componente de ilusión.
Entre 2009 y
2014, subsistía un poco de ilusión, pero el fuerte era la política
comunicacional, plagada de mentiras, medias verdades, y mitos creados para toda
esa masa crédula, que ascendía hasta el 64% de la población (menos un
componente de chanchullo nada despreciable).
En 2016
claramente la ilusión desapareció, y la masa crédula se redujo
significativamente. Solo 41 % se mantuvo en el inocente optimismo, y Bolivia
dijo No en 59 %.
Hoy, 2019,
la población devota del continuismo es el 30 a 33%, y está compuesta por un
sector que lucra con el proceso, otro sector que tiene aspiraciones de lucrar,
otro que no sabe ni entiende, y finalmente está la población que sigue
renegando por los españoles que se llevaron la plata y prefieren a chinitos que
se lleven el oro; que no permitirán el regreso de los gonis, los Banzer, los
paz Estenssoro, los hilarion daza, y ni hablar
de los mariano melgarejo.
Otro tercio
tiene la figura clara, su voto está
definido por alguno de los candidatos con cierto potencial de lograr algo.
El tercio
restante está indeciso. Volver a los demonios del pasado? * Quedarse con los
demonios actuales? * Tal vez ese chinito que recién apareció sabe nomas. * No sé yo, no me interesa la política * Voy a preguntar a mi comadre, ella siempre
me aconseja bien * Mmmmmm….mmmmm……no sé.
Ciertamente,
este último tercio, buena parte del primero, y una parte del segundo harán muy
bien en dedicarle un tiempo a meditar su decisión, informarse un poco, sin
limitarse a los titulares de las noticias, y asumir su responsabilidad con el
país. La experiencia reciente nos muestra que dejarse llevar por la campaña,
renegar por renegar de acuerdo a instrucciones de algún renegado mayor, creer
cualquier barbaridad que le cuentan los medios oficiales, y votar sin saber
nada, nos llevan a donde estamos.
Tenemos uno
de los peores gobiernos de la historia, pero está ahí porque nosotros los elegimos.
Tu voto es solo uno, y es el más importante de todos.
¿Eliges ser
de los que entienden? ¿O prefieres ser de
los que todavía no entienden nada?
Hector Castro G. * 04 Oct 2019
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