Todos los
días escuchamos discursos y declaraciones de funcionarios de gobierno, de
cualquier rango, e invariablemente vemos las consecuencias.
La delicada
situación del país tiene muy poco margen de tolerancia antes de entrar en
ignición. Creo que la dinámica de los
últimos años nos ha hecho más flexibles. No reaccionamos, como población, de la
forma que sería lógica ante discursos del presi. Es particularmente imprudente,
y parece que no calcula el efecto que podrían tener sus palabras.
En otros
niveles encontramos a ministros o ministras, senadores, diputados y diputadas,
jefes militares o policiales, que lanzan indiscriminadamente cualquier
declaración. Rara vez se hacen cargo de lo que dicen, y se limitan a encontrar
respaldo en el peso político y social del partido.
En todo
caso, es peligroso e imprudente conducir los destinos del país por ese camino
minado. Tarde o temprano vendrá la explosión.
Nosotros,
los ciudadanos comunes tenemos muchísimo menos poder, pero es bueno tomar
conciencia de que también debemos asumir la responsabilidad por él. Cualquier
persona está en condiciones de escribir 4 o 5 líneas, postear en un grupo de
whatsapp, y perder el rastro de donde y cuanto fue luego compartido.
No
necesitamos siquiera escribir. Solo compartir lo que recibimos puede tener
serias consecuencias. No conocemos la fuente, el origen del mensaje, no tenemos
certeza de su veracidad, vigencia, etc.
Están
proliferando muy rápidamente los mensajes “fake”, escritos, imágenes, audios,
etc. y pronto seremos sorprendidos por los videos, que simulan situaciones o
suplantan personas, conocidos como “Deep fake”.
Es muy fácil
hacer daño con estos instrumentos manipulados, y es sorprendente la velocidad
de distribución o viralización, donde nuestro concurso es imprescindible.
La
responsabilidad que impone el poder a los gobernantes es enorme. La que nos
impone el poder de la comunicación masiva en nuestras redes es delicada. No es
un concepto nuevo. El chisme es dañino, aunque sea digital.
Hector Castro G. * 28 Oct 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario