lunes, 28 de octubre de 2019

LA RESPONSABILIDAD VIENE CON EL PODER


Todos los días escuchamos discursos y declaraciones de funcionarios de gobierno, de cualquier rango, e invariablemente vemos las consecuencias.

La delicada situación del país tiene muy poco margen de tolerancia antes de entrar en ignición.  Creo que la dinámica de los últimos años nos ha hecho más flexibles. No reaccionamos, como población, de la forma que sería lógica ante discursos del presi. Es particularmente imprudente, y parece que no calcula el efecto que podrían tener sus palabras.

En otros niveles encontramos a ministros o ministras, senadores, diputados y diputadas, jefes militares o policiales, que lanzan indiscriminadamente cualquier declaración. Rara vez se hacen cargo de lo que dicen, y se limitan a encontrar respaldo en el peso político y social del partido.

En todo caso, es peligroso e imprudente conducir los destinos del país por ese camino minado. Tarde o temprano vendrá la explosión.

Nosotros, los ciudadanos comunes tenemos muchísimo menos poder, pero es bueno tomar conciencia de que también debemos asumir la responsabilidad por él. Cualquier persona está en condiciones de escribir 4 o 5 líneas, postear en un grupo de whatsapp, y perder el rastro de donde y cuanto fue luego compartido.

No necesitamos siquiera escribir. Solo compartir lo que recibimos puede tener serias consecuencias. No conocemos la fuente, el origen del mensaje, no tenemos certeza de su veracidad,  vigencia, etc.

Están proliferando muy rápidamente los mensajes “fake”, escritos, imágenes, audios, etc. y pronto seremos sorprendidos por los videos, que simulan situaciones o suplantan personas, conocidos como “Deep fake”.

Es muy fácil hacer daño con estos instrumentos manipulados, y es sorprendente la velocidad de distribución o viralización, donde nuestro concurso es imprescindible.

La responsabilidad que impone el poder a los gobernantes es enorme. La que nos impone el poder de la comunicación masiva en nuestras redes es delicada. No es un concepto nuevo. El chisme es dañino, aunque sea digital.

Hector Castro G.  *  28 Oct 2019

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