La
celebración por el aniversario 37 de la recuperación de la democracia sufre de
una imprecisión que me parece muy importante.
En 1,982 se
recuperó la posibilidad y las condiciones para
construir democracia. A partir de entonces, el pueblo, la
institucionalidad, y en general, el estado boliviano se dio a esta tarea.
Los
perversos y malévolos políticos tradicionales, los gobiernos neoliberales, al calor
de la denostada democracia pactada, cristalizaron uno a uno los cimientos y la
estructura de lo que luego vino a llamarse “democracia”.
- El
establecimiento de la Corte Nacional Electoral, y su sala plena de notables
(resolviendo las falencias que permitieron la existencia de “la banda de los
4”)
- La
creación y puesta en marcha del Ombudsman o Defensor del Pueblo
- La
creación del consejo de la Judicatura (posterior Magistratura)
- La
creación del Sistema de Administración y Control gubernamental SAFCO
- La
implementación del Sistema de Contrataciones Estatales SICOES (Ley 1178 Safco)
-
Descentralización verdadera y efectiva, por medio de la Ley de Participación
Popular
Varios otros
temas e iniciativas fueron parte de esa construcción democrática, que permitió
la llegada al poder del régimen que asumió en 2006. Lejos de continuar con este
proceso, enmascarando con discursos altisonantes, se fue desvirtuando cuando no
destruyendo esta frágil institucionalidad.
- Nunca más
la banda de los 4. Ahora son al menos tres “generaciones” de 7, a cual peor que
la otra.
- El
defensor del pueblo cambió la orientación y el espíritu con el que fue creado.
Hoy es un operador político más y responde a intereses distintos a los del
pueblo.
- El consejo
de la magistratura es parte del nuevo régimen de autoridades “electas” por
mínimas votaciones, escasa legitimidad y ninguna competencia. También responden
a intereses completamente ajenos al sistema de justicia.
- El control
administrativo y financiero está a cargo de funcionarios interinos, militantes
del partido de gobierno. Las empresas “nacionalizadas” mantienen la figura de
Sociedades Anónimas, para esquivar el alcance de la ley 1178.
- Los
niveles de discrecionalidad en el uso de los bienes del estado, el tráfico de
tierras fiscales, el manejo de fondos de manera irregular, etc.
- El sistema
de contrataciones estatales es burlado permanentemente por medio de decretos
que autorizan contrataciones directas (sin fiscalización ni transparencia)
- Pese a que
la Constitución 2009 dice rescatar la voluntad popular, y pone en marcha la
Autonomía, nunca existió el Pacto Fiscal que redistribuya los recursos del
estado, de forma que los niveles sub-nacionales tengan alguna capacidad de
gestión.
En resumen,
fueron 23 años de lenta, paulatina, y conflictiva construcción de democracia,
seguidos por 13 años de destrucción, amague y burla sistemática.
Llevar a
cabo elecciones no es sinónimo de democracia. En una realidad tan profundamente
desinstitucionalizada y con la enorme cooptación de poderes, es difícil
considerar que vivimos en un estado de derecho.
No sé si
esto es dictadura, no me parece que sea importante determinarlo. Lo que está
claro es que no es democracia.
Hector Castro G. * 11 Oct 2019
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