Me sorprende
la percepción de la gente a propósito de la inasistencia de Mesa, Camacho y
Tuto a la convocatoria de la Sra. Presidente.
Ellos son
candidatos a la presidencia, nada más. Si son invitados a participar de una
conversación entorno a las próximas elecciones no debería haber ninguna excusa.
Es la razón y la única explicación de su existencia en la realidad nacional.
Aparentemente
se trata de cálculo político de la escuela bellaflor. Por que si sus razones
para no asistir son tan ridículas como: “estará el MAS”, “la Presidenta es
candidata”, “es tarea de otros Órganos de Estado”, “es extemporáneo”, etc. entonces
de verdad demuestran lo desubicados que están, pues fueron convocados por el
gobierno de BOLIVIA, para conversar y eventualmente encontrar soluciones a la
situación que vive ESTE PAÍS, junto con los demás actores de la REALIDAD
nacional.
No encuentro
alternativas que puedan satisfacer sus exquisiteces. Hasta donde sé, no tenemos
otro PAÍS, no tenemos otro gobierno, y esta es la REALIDAD nacional.
Si su
intención fue de “ningunear” a la Sra. Presidente, entonces les caerá bien
saber que el diálogo se llevó a cabo, y entre otras cosas los candidatos de los
partidos más pequeños, ADN, FPV, Panbol, etc. tuvieron visibilidad, bien o mal
utilizada es otro tema, pero en el caso de al menos dos de los tres
inasistentes, el impacto en su volumen de electorado será importante. Si solo
les quitan el 1% en encuestas, les representa el 20 o 30 % de sus expectativas
electorales. Es necesario saber cuál es la situación real, para ver si tienen
el físico para este tipo de poses absurdas.
Finalmente,
no asistieron los que por ejemplo:
Nunca ganó
una elección, nunca logró conquistar al electorado, dos veces pudo contar con
el respaldo masivo de los bolivianos y no supo liderizar nada, y que apela al
voto útil como base estructural de su proyecto de gobierno.
El que creyó
que tenía un país rendido a sus pies, acomodó a sus amigos en varias
reparticiones, negoció la salida del MAS, y despertó con 6 a 8% consistente en las
encuestas (indistintamente de quien las pague).
El que en
2014 postuló a la presidencia consciente de que no tenía ninguna posibilidad,
pero con la capacidad de fragmentar la oposición, logrando los 2/3 del MAS en
la ALP, que hasta hoy constituye uno de los elementos de nuestra debacle como
país.
Probablemente
crean que lo hicieron bien. Que la convocatoria a un diálogo nacional no esté a
su altura.
El espacio
en el que pueden hacer campaña es el de las promesas y la teoría. Por eso las
redes sociales y los medios de comunicación son su hábitat natural.
Está claro
que no están cómodos donde hay que poner el pecho a los problemas reales y
actuales, y ni siquiera tenían que ensuciarse las manos. Simplemente asistir y
escuchar. No tienen responsabilidad mayor que esa. En realidad no son nada.
Bolivia vive
desde octubre pasado una situación que tiene dos bandos, el MAS y los que
buscan el retorno de Morales, y los que queremos democracia, paz, tranquilidad
y el imperio de la ley. La revolución de la pititas fue eso, nada más. Tratar
de posicionar otros “banditos” bajo pseudónimos pintorescos como los que usan
estos politiqueros puede funcionar en campaña, en las redes, y en la papeleta
electoral. La realidad nacional es más simple.
No digo nada
nuevo si afirmo que el gobierno es muy débil, que la democracia pende de un
hilo, o que la estabilidad social va a quebrarse en cualquier momento. Todos lo
sabemos, y sabemos que es necesario estar en uno de los dos bandos para
encontrar las soluciones y la mejor salida posible. Porque estos señores siguen
creyendo que son el centro del universo?
Hector
Castro G. * 09 Agosto 2020
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