lunes, 22 de junio de 2020

LOS NEGOCIADORES


El ambiente pre electoral en 2019 era tan preocupante como el actual. Las oposiciones no conseguian hacer acuerdos, los líderes políticos no estaban dispuestos a ceder la candidatura en pos de un proyecto más grande, que permita hacer frente a la hegemonía masista (Debo mencionar que Doria Medina si resignó su candidatura).

Los incendios en la Chiquitania, y el reclamo por el 21F tuvieron la fuerza para convocar a la población como ningún político había logrado. Es más, varios tuvieron que bajar el perfil para evitar la crítica y ser acusados de desvirtuar la causa. Mientras tanto, de la misma manera en que el astuto lobo se cubre con una piel de oveja para entrar al rebaño y atacar desde adentro, dirigentes cívicos encontraron espacios desde donde hacer política, de la peor forma y con las peores prácticas.

El electorado votó el 20 de Octubre, y supo concentrar en gran medida el voto opuesto al MAS. De manera improbable, Carlos Mesa ganó en Santa Cruz, aunque no consiguió hacerlo en el resto del eje. Se supone que La Paz era su bastión más grande, pero perdió. Quedará en el anecdotario histórico del país el concepto de  “voto útil”. En Santa Cruz decían que se tapan los ojos y la nariz, pero debían votar por Mesa. Paradójicamente, hoy los mesistas observan críticos la gestión de Añez, y le restan legitimidad por que su partido solo consiguió el 4,5 % de los votos. Ignorancia, cinismo o simple estupidez. Los votos que eran nítidamente por Demócratas fueron a salvar la causa común, y evitar que el MAS ganara en primera vuelta.

Hubo fraude, no hay duda. El masismo contaba con la OEA, solicitó una auditoría e impuso que el dictamen fuera vinculante. La ciudadanía desconfiaba del acuerdo pero no tenía alternativa. La prensa nacional (la verdadera, la que hace su trabajo bajo presión sin dejar de lado los principios, ni vende sus contenidos) acorraló a Ethical Hacking para que  haga público su informe. La comisión de la OEA, no tuvo forma de emitir su informe como presuntamente estaba pactado. Primera jugada clave.

El dictador estaba prácticamente solo. Perdió las lealtades que había comprado en las Fuerzas Armadas y la Policía. Sus ministros entraron en pánico, se agarraban a sopapos entre ellos, y cada uno buscaba su propia salida.

En este ambiente de caos, inestabilidad y desconcierto, se ejecuta la segunda jugada clave. La sucesión constitucional, imprevista e improvisada, que daba lugar a la posesión de Jeanine Añez como Presidenta Constitucional del Estado. Segunda situación que tampoco estaba en los planes del MAS. Jaque mate!!!

Con la situación social pendiendo de un hilo se llevaron a cabo varias reuniones entre los actores políticos del momento, la iglesia, organismos y representaciones del exterior. No puedo ser específico al mencionar los actores, pues nunca se informó claramente al respecto, y tampoco se supo cuál fue el contenido y los acuerdos que se lograron en estas negociaciones. Hubieron acuerdos, es innegable.

Que concesiones se hicieron? Que condiciones fueron establecidas? Quien tenía el mayor peso específico en ese escenario y en ese particular momento?
No hay claridad, no se filtró la información, aunque si hay trascendidos, y hay personajes como Nadia Beller, Jerjes Justiniano, etc. que hoy, fuera del circuito, sueltan prudentemente algunos detalles. En todo caso, da la impresión de que hay acuerdos de mucho peso, y los firmantes serían seriamente afectados si llegaran a conocimiento público.

Fue un proceso muy difícil, tanto que durante los 21 días y las dos semanas posteriores era poco probable prever la salida de Morales y la constitución de un gobierno de transición. La llegada de Jeanine fue una sorpresa y un desconcierto para todos. Quién era ella? Porque no figuraba en el radar del electorado? Sus primeras apariciones tenían su llanto como denominador común. Señal de debilidad para algunos, y de humanidad para otros. Lo que estaba tácitamente entendido por todos era que ese gobierno, creado por la improbable conjunción de fuerzas, necesitaría el respaldo incondicional de estos actores, que debían ser consecuentes con su decisión de plegarse al proceso de sucesión y de salida del MAS.

No necesito desarrollar mucho más. Todos sabemos cómo se dieron las cosas y como llegamos a la situación actual. El asedio del MAS es cada día mayor, los acuerdos y concesiones que se hicieron son más evidentes, y la lavada de manos de los líderes políticos es cada vez más patética y vergonzosa.

Porque pensar hoy que el gobierno, precario desde su origen, puede afrontar el asedio del MAS, la peor crisis de salud de la historia, y la deslealtad de los líderes políticos?
Los partidos políticos y sus líderes necesitan repensar la situación. No es correcto minar la sostenibilidad del gobierno, solamente por razones electorales. No es un gobierno fuerte, ejemplar ni lleno de virtudes, lo sabemos. Esto no significa que se deban aprovechar para desplegar toda su bajeza y cobardía. En este sentido son iguales los masistas, mesistas y camachistas. No tengo dudas.

Bolivia necesita saber que negociaron, quienes fueron parte de esto, y que concesiones hicieron.  Podrán ser honestos con la ciudadanía alguna vez?

Hector Castro G. * 22 Jun 2020

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