martes, 3 de marzo de 2020

LOS VICEPRESIDENCIABLES


Demasiado revuelo causó la inasistencia de los candidatos a Vicepresidente al debate organizado por una red de televisión. No conozco las razones que tuvo cada uno, sin embargo creo que no es preciso hacer ningún reproche ni reclamo.

La principal función que deberá cumplir el que resulte electo será la de presidir la Asamblea Legislativa Plurinacional, que invariablemente será una de las tareas más complejas y sensibles durante los próximos cinco años.

Entre las encuestas, sus “márgenes” de error, las expectativas y las predicciones de los parapsicólogos y saca suertes, la única conclusión que se puede sacar y asumir como inequívoca es que la Asamblea estará compuesta por no menos de 6 o 7 fuerzas políticas, representaciones rurales, campesinas, indígenas, urbanas, empresariales, cívicas, de distinta procedencia, con objetivos y visiones muy diversas.

Está claro que una de las polarizaciones más importantes será la que constituyen los seguidores del proyecto masista, que por lo menos durante este periodo legislativo tendrá presencia importante, y los opositores a la tendencia totalitaria de los anteriores 14 años.
La misión importante del Presidente nato de la Asamblea será el manejo político y la construcción de consensos para sostener al gobierno que sea constituido en las próximas elecciones de Mayo.

No es tarea sencilla, y podemos estar seguros que se necesita reunir algunas condiciones para salir airoso, al menos durante la primera gestión. Experiencia, respaldo político, olfato, firmeza y hasta cierto nivel de autoritarismo. Los asambleístas son personajes complicados, pues se deben a un electorado, necesitan seguir la línea de su partido, y al mismo tiempo intentan forjar su propio beneficio, lícito o no, es solo un detalle adicional.

El próximo Vicepresidente no ejercerá las funciones al estilo del bachiller matemático, pues quien sea electo Presidente tendrá un nivel cultural y una formación profesional suficiente para ejercer el cargo sin la “prótesis” que necesitaba el que “no podía comprender”.

No imagino que pueden debatir los candidatos actuales. Ni siquiera necesitan ser buenos candidatos. No importa si el candidato es varón o mujer, si es del oriente u occidente, si es pobre o rico, ni su color de piel, ni siquiera su carisma y si cae simpático a la gente. Lo que Bolivia requiere del Vicepresidente es que sea capaz de conducir el primer poder del estado y garantizar la gobernabilidad durante una etapa que promete ser “geológicamente inestable”.


Hector Castro G.  *  03 Marzo 2020

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