Porque el proceso por terrorismo y sedición es iniciado por la ex diputada Patty ? Porque no alguno de los asambleístas, abogados y operadores del partido de gobierno?
Porque inician
el proceso ahora, justo después de las elecciones? Porque nadie inicio el
proceso antes?
Al tratarse
de delitos de orden público, porque no es el Ministerio Público, de oficio,
quien promueva este proceso?
Si tienen la
convicción de que los delitos existen, porque la ALP no tramita el juicio de
responsabilidades que corresponde?
Como se
explica que el proceso sea por terrorismo, y se involucre al alto mando militar
nombrado por el gobierno de Morales, que se negó a salir a reprimir mientras no
reciban la orden vía Decreto Supremo, como manda la ley?
Porque son
implicados y detenidos los miembros del gabinete del gobierno transitorio de
Añez, que asumieron funciones varios días después del supuesto golpe, atribuido
a las FF.AA.?
Porque los
fiscales encargados del proceso son Fiscales de Materia anticorrupción y
legitimación de ganancias ilícitas, delitos aduaneros y tributarios, si los delitos
presuntos son terrorismo, sedición y conspiración?
Los sucesos
que vivió nuestro país entre octubre y noviembre de 2019 marcaron una lamentable
polarización en la ciudadanía:
- Los
seguidores del MAS, movilizados en las regiones donde sus estructuras
sindicales son más fuertes, Senkata, Sacaba (como tránsito desde el trópico de
Cochabamba), Montero (como tránsito desde el Norte Integrado hacia Santa Cruz
de la Sierra), etc.
- La
ciudadanía de todo el país, movilizada y organizada espontáneamente por medio
de redes sociales, más adelante denominados “Pititas”.
Esta
clarísima clasificación de bandos se mantiene y se profundiza durante los meses
posteriores y el proceso electoral de octubre 2020.
Una vez
establecido el nuevo gobierno, a la cabeza de Luis Arce, en el transcurso de la
campaña electoral para gobiernos subnacionales, se produce un fenómeno de
disgregación del masismo, en base a desacuerdos en la nominación de sus candidatos.
A una semana de dichos comicios, se ve un instrumento político en su momento de
mayor fraccionamiento. Los resultados electorales han tenido, innegablemente,
un efecto negativo y conflictivo al interior del MAS.
Los últimos
sucesos, la persecución y arremetida contra militares, policías, y ex
autoridades, parecen ser temerarias en exceso. No puedo descartar en el razonamiento
lógico y estratégico, que el objetivo sea provocar la reacción de la ciudadanía
indignada, con el fin de provocar una automática reunificación de las fuerzas
populares del MAS.
Todo el
proceso de los 21 días y los posteriores se caracterizaron por ser
particularmente pacíficos, ya que la ciudadanía no estaba armada. Esta virtud podría
verse anulada en caso de un nuevo escenario de polarización y enfrentamiento.
Es natural que cualquier provocación pensada y planificada evite cometer
errores que fueron muy costosos en el pasado.
La
ciudadanía necesita conservar la calma, medir muy bien las acciones a seguir.
Vivimos una nueva realidad, después de un año muy complicado por la pandemia,
la crisis económica y la inestabilidad política.
Es
imprescindible tener la templanza y sabiduría para leer la realidad más allá de
los titulares y pronunciamientos estridentes.
La
responsabilidad de los ciudadanos de bien es cuidar la vida, la paz y la sana
convivencia.
Hector
Castro G. * 13 Marzo 2021
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