martes, 14 de febrero de 2023

SAN VALENTIN, EL QUE PREFIERE NO SABER NADA

Es 14 de febrero, el día de San Valentín. La norma social dice que es el día de comprar chocolates, flores y corazoncitos para ella, la enamorada o la esposa. En el exterior es una fecha que determina mucho valor comercial, que solamente es reducida si el 14 cae en fin de semana, cuando los restaurantes capturan el mercado.

Para mí, esta fecha siempre fue de mucho stress, porque me dedicaba a producir rosas, y la campaña de San Valentín era la que determinaba el éxito o el fracaso de todo el año. Una buena campaña de exportación a Miami podía asegurar que pueda pagar mi crédito todo el año. Pero cualquier problemita, en la producción, cosecha, empaque, transporte aéreo o responsabilidad de los intermediarios o dealers en Miami, determinaba que el año era malo.

Todo el esfuerzo, operativo y financiero, estaba íntimamente ligado a la campaña de San Valentín. Se podía vivir muy bien, o morir (lleno de obligaciones que comprometían el patrimonio familiar) simplemente por el resultado de una cosecha, la de San Valentín, que sea adecuada y llegue en buenas condiciones al mercado indicado.

Todo este relato está lleno de nostalgia, pues hoy vivimos una realidad que no permite pensar en nada que pueda pretender alguna competitividad internacional.

Pensar en exportar flores, o cualquier producto, que tenga que depender del incompetente servicio de la estatal BOA es ridículo y absurdo.

Bolivia ha renunciado a ser un actor en los mercados internacionales. No podemos ser algún proveedor de bienes y productos que podemos realmente cultivar y producir, gracias a nuestro clima, suelo, y todas las condiciones naturales y humanas que tenemos como país.

El evismo y el masismo han proscrito a Bolivia como un país competitivo. Nunca fuimos una potencia, pero siempre tuvimos, y tenemos, el potencial para ser verdaderos protagonistas en los mercados del mundo.

El problema es que Bolivia se ha rendido a los discursos falaces e impostores. El famoso “antimperialismo”, el cojudo “anticapitalismo”, y la desgraciada impostura de algunos cobardes: “Ni una molécula de gas a Chile”, “El gas será un recurso estratégico para negociar el retorno al mar”. Terminamos sin gas y sin mar (gracias, Carlitos Mesa, eres un indecente).

La impostura socialista y plurinacional, los húmedos deseos del maldito García Linera, la reverenda ignorancia de Evo Morales, el oportunismo de Luis Arce, y la terrible indecencia de todos los masistas que encuentran oportunidades en el poder, han matado a Bolivia. Se tiene que señalar que son muchos los bolivianos que se creen muy peines, que son impostores, que son opositores en Facebook, pero votan por el maleante de Luis Arce porque creen que sabe de economía, aunque su especialidad es la impostura, y la simple y barata delincuencia. Son ellos, los calladitos, los que han regalado nuestra patria, y no tienen cara para afrontar su cobardía. El voto duro del MAS siempre cuenta con el refuerzo de estos cobardes.

Ojalá alguno tenga el valor de comentar en esta publicación, pero está claro que no tienen la valentía de hacerlo. Cobardes indecentes. Solo se dedican a atacar a Jeanine, malditos mar1con3s.

Bolivia tiene la posibilidad de salir de esta pesadilla, si los bolivianos entienden que lo primero es recuperar la democracia, la libertad y el estado de derecho. Para eso es necesario que dejen de tomar decisiones leyendo solamente titulares de prensa y mensajitos de whatsapp. Que se informen de verdad, y que entiendan que la responsabilidad de cada uno, la que definirá el futuro de sus hijos, va más allá que creerse mucha cosa odiando a Juan Del Granado, y que entiendan de qué se trata la iniciativa de reforma judicial.

Hacer el ridículo no es ser patriota, pero muchos lo están haciendo, y lo hacen hace tiempo. Es necesario informarse y entender. Reflexionar más allá de lo que los medios te influyen, y razonar por tu cuenta. Hay que saber que vivimos tiempos en que los intereses políticos hacen grandes esfuerzos para posicionar consignas e intereses falsificados. Tenemos que saber resistir a estas campañas, que son muy fuertes y parecen verídicas.

Atacar a Jeanine solamente te hace ignorante, denota que no entiendes nada, o que tienes intereses personales, igual que Carlos Mesa o Fernando Camacho. Murillo es tu gran pretexto. Eres un masista más, pero alejado del poder. Eres otro destructor de la patria, y no te has enterado.

Sé que mi mensaje es desagradable, y sé que más de uno lo rechazará, pero así nomás es. No pretendo popularidad. Mi mensaje es amargo, pero si no lo tragas no podrás avanzar o entender. Bolivia es el reflejo de tu falta de valor para tragarte esto, y el masismo tiene espacio porque tú se lo permites. Lo entiendes, no?

 Hector Castro G. * 14 de febrero 2023

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